La
agorafobia acostumbra a desarrollarse a partir de uno o varios episodios de
ansiedad intensa o ataques de pánico, durante estos la persona siente una
sensación de muerte inminente, desrealización y síntomas físicos sin
explicación alguna.
Tal como le
sucedió a Laura que una noche se levantó de su cama en pleno ataque de pánico
para anunciar a sus padres que se iba al hospital porque se iba a morir pero
que no se preocupasen por nada...Es cuanto menos curiosa esta reacción de Laura
¿no?
A partir de
ese día el miedo de Laura se trasladó de la muerte inminente al miedo al propio
ataque de pánico. ¿Y si me diese en el autobús o en el metro? se decía...De
manera que empezó a evitar esos lugares y para cuando se dio cuenta ya no iba
al teatro ni a restaurantes, mucho menos a conciertos o centros comerciales y
salía siempre a la calle acompañada. Todo lo más lejos que llegaba era a su
centro de trabajo. En poco tiempo Laura se convirtió en agorafóbica.
El encierro
de Laura se construyó con falsas suposiciones, con creencias erróneas y con
generalizaciones referentes a la posibilidad de tener un ataque de pánico en
cualquier lugar. Su afán por controlar todas las situaciones la hacían
manipular también a todas las personas que habitaban en su entorno a fin de
poder realizar sus tareas más cotidianas, todo ese esfuerzo controlador,
evidentemente le causaba más tensión y por tanto más ansiedad y cuanta más
ansiedad más miedo tenía. Todos sus pensamientos y acciones estaban
concentrados en no tener miedo aún teniéndolo cada día.
En ese
momento Laura ya no se reconocía, había pasado a ser una intrusa dentro de sí
misma.
Su
autoestima andaba por los suelos porque ya no era capaz de llevar una vida
independiente, se sentía una persona profundamente desgraciada, injustamente
tratada por la vida, frustrada. ¿Cómo había podido pasarle esto a ella que era
una persona alegre y jovial llena de sueños e ilusiones?
Ahora Laura
vive en un pequeño mundo seguro, en una zona de confort de la que no puede
salir sin sentir miedo, ahora Laura ha aprendido muchas cosas para poder
permanecer en esa zona de confort, está enrocada y sin salida.
¿Alguien se reconoce?
Este es
aproximadamente el camino que recorren todos los agorafóbicos, sin contar claro
está con el periplo de médicos que, a veces en vano, intentan paliar los
síntomas físicos de la ansiedad.
La solución
a la ansiedad y por tanto a la agorafobia pasa necesariamente por la terapia
psicológica. El tipo de técnicas que debe constituir la terapia varía de una
persona a otra pero en todo caso hay que tener algunas cosas claras.
5 Tips para empezar a trabajar
1 - Para
empezar hay que rebajar el sistema de activación o alerta. En casos de alta
intensidad de síntomas físicos es recomendable una medicación suave que permita
trabajar a nivel cognitivo o de pensamiento. En todo caso el aprendizaje de
relajación y correcta respiración es muy importante y básico para desarrollar
después otras técnicas.
2 - Elevar
el grado de autoconfianza y autoestima, esto por sí solo constituye una gran
ayuda. A más confianza más posibilidades de empezar a salir de la zona de
confort.
3 -
Desterribilizar la vida. No hay nada tan espantoso u horrible, tan solo son
pensamientos sensaciones o síntomas, nada más.
4 - Trabajar
las creencias erróneas. Solo es cierto lo que ES lo que es solo probable no se
puede considerar certeza.
5 - Cuidar
el lenguaje. Todas las frases que empiecen pero o y si..deben desaparecer.
Espero que
estos 5 TIPS os ayuden al menos a tener claro que es lo que hay que hacer. El
cómo lo iré desgranando en otros posts aunque ya podéis empezar con la
relajación ya que hay una entrada relativa a ella.
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